La
escala de Mohs es utilizada para medir la
dureza de una sustancia. Fue propuesta por
Friedrich Mohs y se basa en el principio que una sustancia dura puede rayar una sustancia más blanda pero no es posible al revés.
Mohs, un geólogo, escogió 10
minerales a los que atribuyó un determinado grado en su escala empezando con el
talco que recibió el número 1 y terminando con el
diamante al que se asignó el número 10. La tabla completa es la que se indica:
Mientras que, debido a su poca exactitud, en muchos ámbitos se han establecido
otras escalas de dureza, algunas de ellas basadas en otros principios, la escala de
Mohs aún se aplica en
geología debido a su sencillez y la facilidad de estimar la dureza de los minerales con pocos medios.